Isidre Rosset
L'Eco de Sitges (1997)

A la esquina de la calle Nueva con el paseo de la Ribera se abre una ventana enrejada enmarcando el interior de la Galería Ágora 3. Ágora evocador, nombre griego que invita a la práctica de las actividades cívicas así como a la reflexión en torno un objeto, al descubrimiento de un nuevo discurso estético y a la meditación filosófica que nutre el pensamiento práctico y teórico de la nuestra pregona existencia.

Lo acoge de este “cuarto” de reja ofrece una tribuna privilegiada, desde dónde, contemplando la Punta, se puede captar de instante huidizo, la alegría que pasa, contrastándola con la interpretación que cada artista ofrece a las partes de la casa convertida en foro de las artes. El pasado sábado esta ágora sitgetana presentó la exposición de Waltraud Maczassek, artista nacida en Frankfurt (Alemania) que está arraigada en Barcelona desde que se establece en 1967. Waltraud siendo atraída por el mundo de las artes, ya en Wisbaden inicia estudios de arte en el instituto pedagógico, estudios que años más tarde concluye en la Universidad de Barcelona con la licenciatura de Bellas artes. La obra pictórica de esta artista conforma una trayectoria que parte del estilo figurativo basado en la realidad más cercana de bodegones y paisajes de carácter realista pero con evidente preocupación por la forma y el color, por la pintura misma como medio expresivo. La evolución posterior conducirá la pintura de Waltraud Maczassek cabe una investigación profunda de las técnicas pictóricas y de las técnicas del grabado, un interés que abrirá un abanico a la realidad buscando nuevas vías de expresión y conocimiento. Una abstracción lírica o “una figuración esencialista” término utilizado en el catálogo razonado por Anna Guasch, crítica de arte y profesora de historia del Arte de la Facultad de Bellas artes de Barcelona, donde define los límites de una pintura osada y libre; una pintura abierta a las interpretaciones y a las sugerencias de un público interesado por el enigma que contienen los trazos, la esencia contenida que se esconde en este espacio ilusorio que es un cuadro.

Las composiciones de Waltraud Maczassek tienen una referencia temática en el título: “Raíces del pasado”, “Cosmovisión”, “Espacios y energías”, “Simbiosis” o “Entre el cielo y la tierra”, estas designaciones pero, no apremian al observador, más bien lo dirigen una afirmación de la apertura a este recorte de mundo sintetizado, esencialidad con técnicas tradicionales como el temple al huevo, de paciente y cuidadosa preparación, primero sobreponiendo capa detrás capa para después quitar la anécdota hasta llegar al resultado final, fundamentado en el gesto organicista, transmisor de un espíritu nórdico que se ha visto irrumpido por la belleza mediterránea, devolviendo a la ágora griega con un grave toque de racionalidad alemán.