Redacción
el 3 de vuit - Waltraud Maczassek expone desde mañana en la galería Ágora 3 de Sitges (1997)

La galería de arte Ágora 3 de Sitges inaugura mañana a las 7 y media de la tarde, una exposición de pinturas y grabados de la pintora Vilafranquina de origen alemán Waltraud Maczassek, la cual se podrá visitar hasta el próximo día siete de agosto.

En el catálogo de esta exposición la crítica de arte y profesora de Historia del Arte de la Facultad de Bellas artes de Barcelona, Anna Guasch, señala que la serie de obras de Maczassek muestra en esta exposición sitgetana después de un largo silencio en el que la pintora ha ido depurando su estilo, especializando sus formas, olvidando su formación clásica y desdibujando formas aprendidas desde la corrección académica, “siguen destilando oficio, maestría, pero sobre todo grandes dosis de sensibilidad, de pasión contenida, de libre creatividad más allá de los dictados de modas coyunturales o retóricas al uso”.

Para Guasch, las obras de Waltraud Maczassek no tan sólo siguen sus propios dictados internos, si no que al mismo tiempo “no ocultan la coexistencia y el entrecruzamiento de tradiciones pictóricas dispares a caballo entre un mediterráneo de adopción y unas raíces nórdicas que acaban erosionando su componente puramente introspectivo y que confieren a la obra una poderosa complejidad”.

El primero que llama la atención cuando se sitúa ante las obras de la pintora vilafranquina es, para Guasch, la manera con que ha conseguido liberar el fondo de sus pinturas, la manera con que ha ido conquistando poco a poco la claridad, por encima de los tonos sombríos de sus primeras creaciones. “Waltraud no tan sólo ha sometido los fondos de sus obras a un proceso con esencia casi diríamos de abstracción, sino que este proceso también en las formas, a los diferentes elementos figurativos que parecen flotar –algunos de carácter más rígidamente trazados con regle y compás – sin referencias de perspectiva, sin contrapuntos formales dentro del espacio vacío del fondo”.

Guasch sigue explicando que Waltraud utiliza a muy pocos referentes iconográficos, pero que mediante estos escasos referentes activa el espacio, lo recorre de energía y lo inunda de formas orgánicas que la eluden al crecimiento, a la gestación, a la fecundidad y, en último término, a la vida. “las pinturas de Waltraud no recluyen ni necesitan de la muleta conceptual o teórica; hablan solamente de pintura usando los utillajes del pintor y sobre todo su poderoso instinto pictórico, mezclado de pasión y finalmente control. Waltraud conoce bien los medios plásticos contra los cuales se enfrenta y con una actitud anímica, entre telúrica e integradora, consigue liberar a sus obras de toda carga anecdótica para elevarlas al nivel del simbolismo y de la abstracción”.