Albert Roca
L'Eco de Sitges - Waltraud Maczassek expone su obra reciente en el Edificio Miramar (2004)

“Considero que la pintura es una forma de comunicación”
Durante este meses de verano y finas el 30 de septiembre el Edificio Miramar acoge una exposición muy especial de una mujer muy sensible. Ella es la pintora Waltraud Maczassek, que después de muchos años trabajando ha llegado al zenit de su trayectoria donde se siente muy cómoda pintando y trata de comunicarse con el público, que diga la palabra final al mensaje interior de cada pieza artística.

Este es el fruto final de una larga historia que se inició ya hace muchos años en Alemania donde nació, y donde tuvo los primeros contactos pictóricos con la disciplina figurativa, hasta que después, llegó a España, donde formó su familia y fue desplazándose fundes el mundo abstracto, que domina con maestría.

En definitiva, muchos años de aprendizaje y de camino interior, “hasta encontrar su identidad pictórica, que no tiene unas influencias concretas, puesto que se ha alimentado en sí misma, en cada pincelada que he ido tirando. Intento alejarme de la vertiente comercial. No busco de entrada que mi cuadro guste al público, tiene que gustarme a mí misma, lo más importante es que comunique”. Un hecho que ella trabaja con lo abstracto a través de una serie de pinceladas que se dejan traer al propio cuadro “Después de haber iniciado un cuadro hay un momento que él es el que te va marcando las pautas, como si tuviera vida propia. Entonces mi tarea es de hacerlo reponer durante unos cuántos días, e ir añadiendo detalles, hasta que hay un momento que ya está. Ha finalizado”. Para lograr este esperado resultado final Waltraud considera que se tiene que tener una gran pasión y dedicación por el mundo pictórico, un gran sentido de auto exigencia y de superación, en la que el actual camino artístico es muy conocido por todos pero el futuro es desconocido por ella misma puesto que hay todavía muchas cosas por descubrir. En sus inspiraciones la naturaleza de la cual se rodea, ocupa un espacio muy privilegiado, en la que le seducen los cuatro elementos como el agua, la tierra o el aire, así como la alquimia, que llegó muy adentro del psicólogo Jung que ella manifiesta de forma clara y poética en sus grabados. Otro hecho que Maczassek encuentra fundamental a la hora de ser pintora es tener sensibilidad y fuerza, un dualismo que permite llegar hasta el final en los cuadros y transmitir emociones y comunicación con el público.

Waltraud Maczassek recuerda con aprecio que su primera exposición “fue el 1989 a la Galería Ágora 3, que aprecio de todo corazón”. A partir de entonces ha habido muchas pinceladas, horas dedicadas a pintar y preparar exposiciones, en las cuales ha aprendido muchas cosas. Por encima de todas ellas definir su pasión a través de una imagen muy concreta y especial.