En el paisaje interior, Waltraud Maczassek trata de representar lo más íntimo de sí mismo, sus sensaciones y emociones, su pensamiento. Creo que es precisamente en esta transmisión del mundo íntimo del artista a la obra, donde hay que buscar el sentido último de la pintura tan rica en matices, tan trabajada y virtuosa de esta catalana de adopción, una pintora que ha logrado un sincretismo, singular y hermoso, entre sus raíces nórdicas y la realidad mediterránea que eligió para desarrollar su vida.

Su pintura es además resultado de otro sincretismo que parte por un lado de formas que evocan la naturaleza de modo más o menos preciso como una cascada o una cordillera y por otro, de la emoción que ello produce en su ánimo, y que capta con sensibilidad prodigiosa.

Se trata de una pintora que se sitúa por pleno derecho en el ámbito de la pintura de paisaje interior catalana, con una aportación tremendamente personal y sentida que puede ser considerada en proximidad a una figura de la talla de Albert Ràfols Casamada.

 

Maria Lluïsa Borràs. El paisaje interior
Crítica de arte - Exposición galería Maragall (2002)